Vuelvo con mis reflexiones, esas que hacía hace ya muchos años por aquí, y vuelvo con la situación actual que estamos viviendo.
Una situación a la que yo he definido siempre como rara…
Rara, porque nunca hemos experimentado algo parecido a lo que estamos viviendo. Estamos encerrados en casa sin haber hecho nada, estamos sintiendo estar encerrados de manera negativa, estamos enfurecidos por la situación que se vive fuera de nuestras casas, ya que todos vemos gente que no hace lo que dicen que hay que hacer, y mientras tu en casa pasándolo mal…
Sinceramente creo en la humanidad, creo que detrás de todas las personas hay una buena persona que resurge cuando se necesita y por eso siempre he pensado que esto saldrá bien. Bueno, ese bien lo podríamos poner entredicho, ya que bien bien… pero la realidad es que para ser una situación nunca vivida por nuestro país, no puede ser bien, pero tampoco 100% mal. Bueno este es mi pensamiento…
Yo me siento muy afortunada de tener mi trabajo y de poder llegar a las casas de mis tropecientos alumnos y poder sacarles una sonrisa cada vez que me ven a través de una pantalla. Es verdad que trabajo en un lugar con buen nivel adquisitivo y eso hace que casi todos mis alumnos y alumnas tengan wifi y un dispositivo disponible para ellos. Además a esto se le suma que casi todos tienen jardín para correr y no viven en 60 metro cuadrados, es decir, que tienen espacio para poder convivir.
Y aquí viene mi reflexión de este momento:
Por una parte yo no lo he pasado bien… Soy una persona que salgo a las 7 de la mañana de mi casa y vuelvo a las 7 de la tarde y todo ese tiempo que estoy fuera de casa estoy rodeada de gente y estoy muy poco tiempo sola. Pero he dicho “he pasado” porque a día de hoy estoy bien, estoy tranquila en mi casa, aceptando que esta es mi nueva vida. Sin negar que pienso y sueño en el momento de salir de casa y que no pase nada por acercarte a alguien. Y sueño con el día en el que pueda volver a casa de mis padres, a los que hace más de 27 días que no les veo y la ultima vez que les vi yo llevaba mascarilla por miedo de ser portadora y transmitírselo a mis padres, personas mayores. Pero se que llegará y que lo único que podemos hacer ahora es esperar y seguir viviendo.
Por otra parte la situación de las familias no es fácil, creo que casi todos los docentes somos conscientes de esto, pero también nos gustaría que las familias fueran más conscientes de que los docentes somos personas y que también estamos en una situación extraña. No me puedo quejar, ya que tengo muchas familias que lo primero que han hecho al verme al otro lado de la pantalla es preguntarme por mí y por los míos. Pero también es verdad que cuando una familia te echa algo en cara o no te trata como crees que tienen que hacerlo te molesta y en esta situación aún más.
Y ahora os pregunto… ¿cómo estáis?
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