Interesante artículo que expone la realidad de algunas familias. Familias que sólo quieren lo mejor para sus hijos, que no quieren que fallen en lo mismo que fallaron ellos cuando eran niños, que no quieren que lo pasen mal y la única solución que encuentran para ello es superprotegerles y no dejarles que se equivoquen.
Como maestra esta actitud de los padres es muy usual, pero debemos intentar que entiendan que se les puede ayudar a no caer en sus mismos errores enseñándoles a tener los suficientes recursos para salir de los conflictos airosos y aprendiendo así de sus errores, porque como siempre dice mi madre “de los errores también se aprende”
Nosotros como maestros debemos ayudar a esos padres a entender que sus hijos necesitan ayuda, pero que también tienen que aprender a pedirla y comprender que papá y mamá siempre estarán con ellos para lo que sea.
¡Hasta la semana que viene!
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