El tarro de la calma es un instrumento para que los niños lo utilicen cuando tienen un momento de nerviosismo o estrés. Hay muchísimas versiones de cómo hacerlo, yo he elegido estos materiales:
• Una botella de plástico de tamaño mediano para que sea manejable
• Agua templada (más o menos ¾ de la botella)
• Aceite de bebé (el cuarto que queda para llenar la botella)
• Purpurina de colores (tanto como queráis y de los colores que más os gusten)
• Colorante (opcional)
• Pegatinas, lazos,… decoración para la botella.
¿Cómo lo hago?
1º Calienta un poco el agua y échalo en la botella.
2º Echa el aceite y el colorante y agítalo.
3º Mézclalo con la purpurina.
4ª Decóralo con el niño como quieras, pegatinas, lazos,… 7
¿En qué momento puedo utilizar el tarro de la calma?
Cuando veáis que el niño se está poniendo nervioso, utilízalo para que aprenda a tranquilizarse. Piensa que es un proceso, que el niño el primer día no lo va a utilizar como debería. Tiene que verlo como algo divertido que le ayuda a tranquilizarse. Debe ser una estrategia, un recurso de tranquilidad.
Aquí os dejo un vídeo para veáis como hacerlo paso a paso:
¡Espero que os guste!
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