Algo que les cuesta mucho a los niños es leer. Siempre hay algún padre que dice que es la asignatura pendiente que tienen sus hijos, que está encantados con su comportamiento, sus calificación, pero que les cuesta mucho ponerse a leer y que al final es un problema. También hay padres que han acostumbrado a sus hijos a leer antes de irse a la cama, cada noche.
Pues yo creo que a todos los niños les gusta leer, pero que no siempre les gusta el tema del que tratan los libros. La educación tradicional nos ha obligado a leer los grandes clásicos de la literatura española, porque es cultura y son necesarios para nuestras vidas. ¿De verdad? ¿Es necesario hacerle leer a un niño de 11 años “El Lazarillo de Tormes”? Pues no, creo que los niños deben saber que existen esos libros, que hay grandes autores que escribieron estupendas historias y que ahí están para ser leídas y trasmitidas de generación en generación. Pero no es necesario obligarlos a leerlas. Cada niño es un mundo y cada niño tiene un desarrollo diferente en sí mismo y hay libros de la literatura que no son los adecuados. Y ahora diréis “pero hay adaptaciones”, claro que las hay, pero las historias no cambian y los niños necesitan sentirse identificados con los personas, o acaso nosotros como adultos no lo necesitamos también.
Los niños necesitan una buena biblioteca llena de diferentes lecturas y con diferentes niveles de exigencia para que ellos puedan elegir, no sólo en el tema, sino en la dificultad y el momento en el que ellos quieren leerlo.
En mi caso, en mi clase tengo una biblioteca personal para mis alumnos y cada cierto tiempo voy aumentando. En esa biblioteca hay diferentes formatos de libros, desde libros de literatura clásica adaptada, cuentos de los de toda la vida, comics de súper héroes y libros de cuando yo era pequeño. Estos últimos les encantan porque sienten que van a leer lo mismo que su seño leyó cuando era pequeña.
También es importante hacerles ver que leer es muy importante para su vida, porque siempre van a tener leer y que con la lectura su imaginación y creatividad será cada vez mayor. Pero tened en cuenta que a nuestros alumnos e hijos no les tiene que gustar lo mismo que a nosotros y que necesitan sentirse libre para poder aprender.
Espero que os haga pensar en lo beneficioso de una buena biblioteca.
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